¿Por qué las transcripciones judiciales deben ser hechas por profesionales en la materia?
Quizás usted piense que para ser transcriptor basta con tener buen oído y conocimientos de mecanografía.
¿Pero es suficiente para aceptar encargos de transcripciones judiciales?
Las transcripciones judiciales se caracterizan por la gran cantidad de detalles auditivos, repeticiones e interrupciones entre letrados, señoría y testigos que no podemos obviar en ningún momento.
Quizás pensemos que durante el proceso de transcripción, podemos excluir ciertas expresiones o repeticiones que nos pueden parecer que entorpecen la claridad del texto, pero el transcriptor no puede tomar estas decisiones ya que un silencio, una duda o una equivocación, pueden dar la clave que necesita el abogado el cual ha pedido esa transcripción de audio a texto para arrojar luz al procedimiento.
El transcriptor tiene que ser consciente y tener mucha paciencia ya que suelen ser transcripciones de audio a texto bastante complejas, tanto por calidad sonora, como la inconveniencia auditiva de varios interlocutores hablando rápido mezclándose las voces a veces entre 3 interlocutores.
Las transcripciones deben ser reales.
Los juicios están llenos de detalles que tenemos que saber plasmar en una transcripción de audio a texto. Debemos imaginarnos que estamos describiendo una obra de teatro la cual tenemos que marcar bien los tiempos, los silencios, los ruidos, las interrupciones, las dudas, nervios, y demás detalles que serán muy útil para estudiar las declaraciones con calma.
El transcriptor se tomará su tiempo en hacer esta transcripción de audio a texto, y probablemente usará el doble de tiempo normal que tomamos en transcribir cualquier otra transcripción de audio a texto monotemática o de un sólo interlocutor.
Transcribir juicios es a mi parecer, no complicado, pero sí requiere de una gran responsabilidad, porque una simple equivocación, o no acentuación puede cambiar el sentido y la orientación de una frase. Haciendo a los culpables inocentes, o a los inocentes, culpables.